De todas las ermitas de Cornago, esta es la única donde acuden los vecinos a diario, a modo de segunda parroquia. Es un edificio del siglo XVII, de estilo barroco, construido en mampostería y ladrillo revocado. El interior cuenta con una sola nave y una sacristía de cabecera recta. La cúpula que cubre el testero presenta pinturas que simulan un palio con episodios de la historia de esta localidad.
Resulta curioso que la imagen principal de este templo sea una Inmaculada, una escultura romanista del siglo XVI, es una imagen de Nuestra Señora de Gracia de Campolapuente. Posiblemente su autor sea Juan Fernández Vallejo. En el ático del retablo se encuentra la imagen de San Diego de Alcalá. A los lados del retablo hay dos tablas pintadas de los Apóstoles San Pedro y San Pablo. Y, en los extremos, se encuentra un lienzo de la mártir Santa Catalina y un cuadro de la Virgen de la Soledad.
Otras imágenes son de San Antonio de Padua y San José de Calasanz. Esta última imagen fue donada por la Orden de las Escuelas Pías a la Orden de Cornago, por su gran contribución a las vocaciones calasancias.
También se encuentran en otras dos peanas las imágenes de San José y del Corazón de Jesús. En 2001 fueron pintadas las paredes las paredes y los techos de la ermita con motivos de la historia de Cornago, el Monasterio de Nuestra Señora de Gracia de Campolapuente de Padres Franciscanos, en extramuros de la Villa, el beato cornagués German de Jesús y María, Valdeperillo –aldea de Cornago- y, por último, el castillo del Condestable Don Alvaro de Luna; todo ello obra del pintor oriundo del pueblo, Carlos Corres.
La construcción de esta acogedora ermita es de mampostería, ladrillo y revoco. Consta de una sola nave y sacristía y tiene una base rectangular. Los apoyos son resueltos mediante arcos de medio punto y con pilastras toscanas. La cabecera está cubierta por aristas y sus brazos en cañón. El primer tramo tiene cielo raso sobre pechinas y los otros, en cañón. A los pies, hay coro alto con balcón de madera. Según el Doctor Gabriel Moya Valgañón, parece que el edificio es de construcción barroca sobre la base de otra construcción anterior, de la que ha prevalecido parcialmente la nave. La nave está cubierta de piedra y su construcción es del año 1590.
El único retablo es de dos cuerpos con columnas salomónicas de hojarasca. Se doró en el año 1734.